El Antiguo Rito Egipcio Primitivo Operativo (A∴R∴E∴P∴O∴)
es uno de los derivados que se basan en el ritual de Cagliostro y
conservado en lo oculto por grandes iniciados como Eliphas Levi, Papus,
Ambelain y Crowley, por nombrar algunos, y que es la base de los
trabajos de algunas Escuelas, Hermandades y Órdenes, que bajo esa
premisa y compromiso de trabajo, asumen con humildad y perseverancia, el
nombre de Órdenes Egipcias, y que condensan y proveen una salida
esotérica a la confusión dada en los ritos egipcios de Menfis y Misraim.
La Doctrina Egipcia de los Misterios es quizás la
más antigua de esta era civilizatoria del Antiguo Eón, y es desde donde
debe sembrarse la semilla del Nuevo Eón, del Nuevo Orden de las Eras,
del Novus Ordo Seclorum, ya que de ahí se han derivada muchas y variadas
doctrinas y líneas esotéricas de trabajo, como la Kábalah, el
Hermetismo, la Alquimia, la Gnosis, el Mitraismo, la Astrología, la
Geomancia, la Rosacruz, el Templarismo, el Illuminismo, la Magia, entre
los más conocidos. Estas son las ciencias cuya esencia y trabajo debe
recuperarse para el bien de la humanidad doliente.
Por tal razón, un verdadero iniciado egipcio debe
su estudio y práctica una gran cantidad de ciencias y técnicas
esotéricas.
Esa es la razón, además, para la amplia variedad de
grados que existen en la masonería egipcia, así como los títulos de los
grados y símbolos.
Es decir, la Doctrina Egipcia es la fuente de todo
lo que se conoce como Doctrina Esotérica Occidental, Africana y del
Medio Este, los cuales son reunidos nuevamente en la Masonería Egipcia
por medio de sus grados y símbolos.
Resta decir que es probable que en una vida no se
alcance el estudio completo de ellos, pero debemos apelar a la
reencarnación, por la cual entenderemos que quienes ahora llegan a la
masonería egipcia, es porque ya han avanzado en su doctrina en vidas
anteriores y seguramente seguirán profundizando en ella en vidas
posteriores.
Recae entonces una gran responsabilidad sobre
quienes han tocado a las puertas del Templo Egipcio, para consigo mismo,
con el propósito trascendental de si mismos y de la Doctrina Egipcia. Es
un compromiso cósmico con su rol y plan en la vida interconectada con el
gran plan del Cosmos.
Haber sido recibido en el Templo Egipcio quiere
decir que está retomando lo que dejó pendiente en anteriores vidas, y el
fin es completar el proceso. Por eso, la responsabilidad cósmica de los
iniciados egipcios y de los iniciados en general, es grave y fuerte.
Los trabajos en la Logia Egipcia tienen que ver con
aprender o recordar las formalidad simbólicas y míticas de la ciencia y
técnica tradicional egipcia, para que al perseverar en ellas, podamos,
por nuestra propia cuenta, retomar o reconectarnos a le energía
egregórica egipcia. Las formas del Egregor Egipcio están dadas por sus
planos, niveles y grados y las formas ritualísticas de cada uno de
ellos.
El sistema egipcio está dado por sus formas míticas
legendarias, sus tradiciones, sus escritos, sus figuras, sus
hieroglifos, sus construcciones, etc.
Su ideal espiritual está dado por la posibilidad
que da a sus Adeptos de reconectarse con su Esencia Divina y hacer
Descender el cielo a la Tierra, resucitando al Divino Ser que yace
muerto o dormido en nuestro Interior, y darle las alas del Halcón
Divino, para que se remonte a su Sagrado Origen.
Las puertas del Templo están abiertas para sus
Adeptos Iniciados, pero el costo de dar ese paso para ingresar por el
Umbral del Misterio, pesa tanto como la Creación de los Mundos.
Qué el Sublime Arquitecto de los Mundos nos de la Fuerza, Armonía y
Sabiduría para dar el siguiente paso en nuestro Sendero de Evolución de
la Consciencia. |