Soberano Santuario Mexicano

Orden Masónica Egipcia de Memphis Misraim

E L   E S C R I B A

 

Código Moral Masónico

    I.     Amaos los unos a los otros.

 

 II.     La masonería es la causa de la humanidad; trabajad por ella, y ceñiréis vuestra frente con laureles que no podrán marchitarse jamás.

 

III.     La Francmasonería es una asociación de hombres reunidos con el propósito de hacerse útiles los unos a los otros; ella exige sobre todo que, en todas las circunstancias de la vida, los Masones se presten un mutuo apoyo.

 

IV.     De cualquier rito que sea un Masón es H de todos los masones del mundo.

 

 V.     Adora al GADU

 

VI.     Ama a tu prójimo.

 

VII.     No hagas ningún daño.

 

VIII.     Has el bien según tu posición.

 

IX.     Todo socorro rehusado a un H es perjurio.

 

 X.     Benevolencia hacia tus HH eh aquí lo que todo buen Masón debe constantemente estudiar y practicar.

 

XI.     El verdadero culto al GADU consiste o está en las buenas costumbres.

 

XII.     Deja hablar a los hombres.

 

XIII.     Aprecia a los buenos, compadece a los débiles, huye de los malos, pero no hagas daño a nadie.

 

XIV.     Habla discretamente con los grandes, prudentemente con tus iguales, sinceramente con tus amigos, dulcemente con los pequeños y tiernamente con los pobres.

 

XV.     Se el padre de los pobres, un hermano para los extraños, un amigo para los indigentes y un salvador para los vencidos.

 

XVI.     Respeta y ama a tus semejantes y a tus hermanos como a ti mismo; ellos son como tú, criados a imagen de la Divinidad.

 

XVII.     Has el bien por amor del bien mismo; conserva tu alma en un estado puro para comparecer dignamente delante del GADU que es Dios.

 

XVIII.     Escucha siempre la voz de tu conciencia.

 

XIX.     Has lo que debes o todo lo que puedas.

 

XX.     No adules nunca a tu hermano, pues es una traición; si tu hermano te adula, teme no te corrompa.

 

XXI.     Evita las querellas, evita los insultos, pon siempre la razón de tu parte.

 

XXII.     Respeta a las mujeres; no abuses nunca de sus debilidades y muere antes que deshonrarlas.

 

XXIII.     Lee y aprovecha, ve e imita, reflexiona y trabaja; se trabajador para ti mismo.

 

XXIV.     Conténtate de todo, por todo y con todo.

 

XXV.     Regocíjate con la justicia, enójate con la iniquidad, sufre sin quejarte.

 

XXVI.     Si el GADU te da hijos, agradécelo, pero guarda el deposito que te confía, se para este hijo la imagen de la Divinidad.

 

XXVII.     Has que hasta los diez años te tema, que hasta los veinticinco te ame, y que hasta la muerte te respete.

 

XXVIII.     Hasta los diez años se su Maestro, hasta los veinte años su Padre y hasta la muerte su amigo.

 

XXIX.     Piensa en darle mejores principios, que buenos modelos, que él te deba una rectitud esclarecida y no una frívola elegancia; hazle hombre bueno antes que sabio.

 

XXX.     Conduce a la virtud a aquellos de tus hermanos que se separen, de ella sostén a los que vacilan y levanta al caído.

 

XXXI.     No hagas a nadie lo que no quieras para ti; pero has por el contrario lo que desearías que para ti hicieran.

 

XXXII.     No juzgues ligeramente las acciones de los hombres; es al GADU que sondea los corazones a quien corresponde apreciar sus obras.

 

XXXIII.     No mires con indiferencia al que sufre, y en tus socorros al indigente que nadie reconozca tu mano.

 

 

HH eh aquí las leyes masónicas; síguelas: son el ornamento y sostén de nuestro Templo, tu obra entre nosotros no será estéril por la Gloria del Orden y el Progreso del bien.

 

 

Anónimo.

 

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La masonería en tiempos de crisis

 

La incertidumbre tiene una forma de revelar en qué confiamos realmente.

Cuando las instituciones tiemblan, las relaciones se tensan o nuestro sentido de identidad se tambalea, empezamos a ver si nuestros cimientos son sólidos.

o simplemente convenientes.

En esos momentos, la masonería se convierte en algo más que una tradición cuando se practica con profundidad e intención. Se convierte en orientación.

El mundo exterior puede cambiar y tambalearse, pero el trabajo que hacemos dentro de nosotros -el trabajo interno- debe permanecer firme.

La Logia, con su orden, sus símbolos y su ritual, refleja algo mucho más duradero que el caos de la época. Su ritual no sólo consuela, sino que confronta.

Nos pregunta claramente: ¿Dónde está tu centro?

El punto dentro del círculo no es sólo un símbolo, es una necesidad.

En tiempos de crisis, la mente no entrenada busca afuera el rescate.

Pero el masón, arraigado en sus obligaciones y familiarizado con sus herramientas de trabajo, se vuelve hacia su interior. Busca alineación, no escape.

La masonería no ofrece distracciones. Ofrece estructura.

Los pasos mesurados alrededor del altar, el apretón de la mano de un Hermano, la invocación del principio sagrado; estos actos repetidos forjan algo más profundo que la memoria.

Construyen hábito, identidad y resiliencia.

Así que cuando el mundo parece desmoronarse, el masón no lo hace. El se encuentra donde siempre ha estado: entre la escuadra y el compás.

No para retroceder, sino para reingresar al mundo con claridad, propósito y serenidad.

La masonería no nos protege de la incertidumbre. Nos prepara para afrontarlo. En un mundo que exige reacción, la masonería nos enseña cómo responder.

 

Soberano Santuario Mexicano

OMEMM México

M.F.

 

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Mantener el fuego vivo en cada logia y gran logia para no apagarse

Solo es posible con una ...

Masonería Radical

En un mundo obsesionado con las opiniones controvertidas y el ruido constante, ser “contrario” ya no requiere valor de impacto.

Hoy en día, lo radical parece sorprendentemente común:

• Despertar con una mente sana en un cuerpo fuerte y bien cuidado.

• Elegir un matrimonio fiel y reservar tiempo para la familia.

• Invertir en amistades que duren décadas, no en ciclos de noticias.

• Leer despacio, escribir reflexivamente, enseñar con toda sinceridad.

Nada de esto acapara titulares, pero cada línea desafía una cultura que apremia la velocidad por sobre la profundidad, el espectáculo por sobre la sustancia.

La masonería siempre ha sido silenciosamente contraria en este sentido...

Mientras el mundo avanza a toda velocidad hacia la novedad, el Oficio regresa a las mismas herramientas de trabajo, a la misma piedra tosca, a la misma disciplina de lento refinamiento.

Nos recuerda que el mayor logro de un hombre no es la relevancia viral sino una vida ordenada:

Cuerpo, mente, corazón y espíritu alineados bajo la Escuadra y el Compas.

Entonces, si realmente queremos destacar, no necesitamos controversia, necesitamos consistencia:

• En lo físico la Virtud refleja la templanza.

• La madurez emocional surge al dominar las pasiones antes de que estas nos sometan.

• La amistad leal es el amor fraternal que se extiende más allá de la sala de la logia.

   • El estudio sin prisas y la enseñanza genuina son actos modernos de caridad masónica, que dan luz en lugar de opiniones.

Ese tipo de vida rara vez se mantiene vigente, pero perdura. Es la arquitectura lenta del carácter. Construido bloque a bloque mientras el resto del mundo pasa de largo.

QQHH … Pregúntense esta semana:

¿Dónde puedo intercambiar ruido por profundidad?

¿Dónde puedo practicar formas más tranquilas y sólidas de vida contraria?

Porque a veces la revolución más audaz es simplemente vivir bien.

Antes de continuar con lo siguiente, recuerdo una frase muy echa de nuestro IPH Ernesto Valencia Raya, Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo Masónico del Estado de México, que dice: Tiempo para todos mis Hermanos.

Y es que …

La Moneda que no podemos Recuperar, es eso …

La relación del hombre con el tiempo dice más sobre él que cualquier otra cosa.

El mundo nos enseña a perseguir la riqueza, el reconocimiento y la comodidad, pero la masonería silenciosamente plantea una pregunta diferente:

¿Cómo estás pasando tu tiempo?

Nuestro Hermano Mayor Benjamín Franklin acuñó esa frase famosa:

«Time is money» “El tiempo es dinero.”

Pero el dinero, una vez perdido, se puede recuperar. EL TIEMPO NO.

Teofrasto lo expresó más claramente:

“El tiempo es lo más valioso que un hombre puede gastar”.

Y tenía razón.

El tiempo es la única moneda que siempre está decreciendo.

Lo estamos gastando, aunque no queramos hacerlo.

La pregunta es ¿sobre qué, o en qué?

No hay vergüenza en el descanso.

No hay culpa en el ocio.

Pero cuando días enteros se desvanecen en distracciones, ruido y una rutina adormecedora, comenzamos a vivir pasivamente en lugar de con un propósito.

Un hombre que pierde el tiempo no sólo está perdiendo horas, está renunciando a su potencial.

El Oficio nos enseña a ser diligentes en el trabajo, mesurados en el descanso y reflexivos en la meditación.

Estas no son sólo virtudes; son habilidades de supervivencia en un mundo que prospera haciéndonos perder el tiempo.

Como sabéis todos, como masones debemos ser conscientes del tiempo.

Debemos valorarlo, no sólo en términos de productividad sino en términos de significado.

El tiempo invertido en aprender, en servir, en desarrollar el carácter y la conexión es tiempo bien empleado.

El tiempo que da forma no sólo a nuestros días, sino a nuestras vidas.

No nos promete más.

Y no tenemos control sobre cuándo se acaba.

Así que aprovechemos las horas. Usando nuestras herramientas.

Construyamos algo que sobreviva al tictac del reloj.

Porque lo único que todos gastamos por igual, ricos o pobres, sabios o tontos, es el tiempo.

Y sólo el hombre que lo gasta con un propósito verá su verdadero retorno.

Construyamos todos algo que valga la pena, nuestro propio tiempo:

• Discusiones que importen,

• Conferencias que desafíen y;

• Hermanos que se toman en serio el aprovechar al máximo cada hora.

HH míos, nuestros talleres masónicos son un lugar para pasar el tiempo con intenciones, no con distracciones.

Mantener la llama masónica en tiempos de apatía, ego y desfragmentación.

Esto tiene que ver con …

La masonería en tiempos de crisis

Ilustres y Venerables HH todos. …  La incertidumbre tiene una forma de revelar en qué confiamos realmente.

Cuando las instituciones tiemblan, las relaciones se tensan o nuestro sentido de identidad se tambalea, y es entonces que empezamos a ver si nuestros cimientos son sólidos.

o simplemente convenientes.

En esos momentos, la masonería se convierte en algo más que una tradición cuando se practica con profundidad e intención. Se convierte en orientación.

El mundo exterior puede cambiar y tambalearse, pero el trabajo que hacemos dentro de nosotros -el trabajo interno- debe permanecer firme.

La Logia, con su orden, sus símbolos y su ritual, refleja algo mucho más duradero que el caos de la época. Su ritual no sólo consuela, sino que confronta.

Nos cuestiona claramente: ¿Dónde está tu centro?

El punto dentro del círculo no es sólo un símbolo, es una necesidad.

En tiempos de crisis, la mente no entrenada busca en el exterior el rescate.

Pero el masón, arraigado en sus obligaciones y familiarizado con sus herramientas de trabajo, se vuelve hacia su interior. Busca alineación, no escape.

La masonería no ofrece distracciones. Ofrece estructura.

Los pasos mesurados alrededor del altar, el apretón de la mano de un Hermano, la invocación del principio sagrado; estos actos repetidos forjan algo más profundo que la memoria.

Construyen hábito, identidad y resiliencia.

Así que cuando el mundo parece desmoronarse, el masón no lo hace. El se encuentra donde siempre ha estado: entre la escuadra y el compás.

No para retroceder, sino para reingresar al mundo con claridad, propósito y serenidad.

La masonería no nos protege de la incertidumbre. Nos prepara para afrontarlo. En un mundo que exige reacción, la masonería nos enseña cómo responder.

Al …

Mundo real vs la masonería en línea.

El Internet QQHH, ha abierto algunas puertas a la masonería...

Puertas que conducen al aprendizaje, la conexión y la inspiración para hombres que de otro modo tal vez nunca hubieran encontrado el Oficio.

Podrán estudiar simbolismo, escuchar conferencias, leer un sinfín de interpretaciones y participar en debates reflexivos, todo ello sin necesidad de poner un pie en una Logia.

Eso tiene valor. Es parte de cómo crecemos. Pero debemos recordar:

La masonería no es solo algo que se lee. Es algo que se practica.

Hay una diferencia entre aprender sobre una paleta y sentir su peso en la mano.

Entre leer sobre el amor fraternal y estrechar la mano de un hombre junto a quien has trabajado.

Entre discutir el ritual en línea y participar en él, hombro con hombro, corazón con corazón.

La masonería en línea puede inspirar el pensamiento. Pero, la masonería del mundo real construye el carácter.

Uno informa la mente. El otro moldea al hombre.

El peligro viene cuando confundimos uno con el otro.

La sala de la Logia no es una metáfora. Es un espacio de trabajo.

El ritual no es teoría, es práctica. Una idea para vivir, no solo para estudiar.

Así que, sí, usemos el mundo digital para crecer en conocimiento. Conectémonos a través de la distancia. Pero,

Hagamos mejores preguntas y exploremos respuestas más profundas.

Pero nunca olvidemos dónde se realiza el verdadero Trabajo.

Tras una puerta de verdad. En una Logia de verdad. Entre hermanos de verdad.

Ahí es donde la masonería se convierte en algo más que filosofía.

Ahí es donde se produce la transformación.

Nuestra comunidad de Masones no es una Logia en línea, y no está destinada a serlo, PERO...

Si buscan un espacio donde masones de todo el mundo se conectan, reflexionan y crecen sin el ruido y las tonterías de las redes sociales, en nuestras Logias se sentirán como en casa. Sin algoritmos, sin argumentos...

Sólo una conversación sólida, luz compartida y un lugar para estar entre hermanos.

 

Soberano Santuario Mexicano

OMEMM- México

M.F

De la imagen Derechos AQC

 

 

¿Cómo puede un hombre mejorar verdaderamente?

¿Cómo puede un hombre mejorar verdaderamente?

¿Basta con saber qué es correcto o es necesario formarse activamente a través de la disciplina y la acción?

Los grandes filósofos estoicos, como Marco Aurelio y Epicteto, entendieron que la sabiduría, el coraje, el autocontrol y la justicia no son rasgos con los que nacemos...

...son habilidades que debemos desarrollar a través de la práctica constante. 

Y la masonería enseña lo mismo.

La fortaleza es más que mantenerse firme frente a las dificultades; es el coraje de hacer lo correcto, incluso cuando nadie nos está mirando.

La templanza no es sólo moderación; es autocontrol, el dominio de los propios impulsos.

La prudencia no es sólo inteligencia; es sabiduría en acción, tomando decisiones basadas en principios, no en conveniencia.

La justicia no es simplemente equidad; es un compromiso con la verdad y el deber, garantizando que defendamos lo que es correcto, incluso cuando es difícil.

Pero conocer estas virtudes no es suficiente.

 

¿Realmente las estamos practicando en nuestra vida diaria?

Así como un masón afila su piedra áspera, también nosotros debemos afinar nuestro carácter.

No una vez, ni ocasionalmente, sino todos los días.

La masonería no es un viaje pasivo.

Es una práctica continua de aprender, reflexionar y mejorar.

Las herramientas están en nuestras manos. La pregunta es:

¿Los utilizaremos?

 

Entender los principios masónicos es una cosa; vivirlos es otra...

Si estás buscando formas prácticas de aplicar las virtudes de la masonería en tu vida diaria, la masonería con el nombre o apellido que tenga, puede ofrecerte las herramientas correctas necesarias para que lo logres.

 

De la imagen los DERECHOS A.Q.C.

 

 

El Juego de la Oca y la Masonería

El juego de la oca, también conocido como el jardín de la oca, creado hace siglos, no nació con la intención de entretener, sino que era un mapa secreto y esotérico para atravesar el Camino de Santiago o viajar a Jerusalén, que a su vez transmitía conocimientos superiores codificados en el tablero, que por algún motivo convenía no divulgar. El tema constituye una de las claves del simbolismo de este misterioso juego de la Oca.

En ingles EL JUEGO DE LA OCA se llama GAME OF THE GOOSE y recordemos que el lugar donde se fundó la Masonería Especulativa fue THE GOOSE AND GRIDIRON, así que debe haber una conexión muy estrecha por ahí.

El jardín de la oca es un juego de mesa sencillo, cuyo objetivo es alcanzar la meta antes que los demás jugadores. Una de las hipótesis sobre el origen de este juego hace referencia a la Orden de los Pobres Caballeros del Templo de Salomón, y atribuye a los templarios la invención de un plano secreto, con la apariencia de un cuerpo, donde los freires identificaron sus secretos más ocultos con la figura de una oca. La difusión de este mapa estuvo restringida a grupos selectos, como era el de las logias de constructores de Catedrales, que eran iniciados en el arte sagrado de la Geometría.

Otras personas opinan que este juego permitiría realizar el Camino de Santiago para quienes no pudieran hacerlo físicamente, o en su caso viajar a la Tierra Santa. En Europa, existen varios caminos que utilizan los peregrinos cristianos para llegar caminando hasta Santiago de Compostela y visitar la tumba del apóstol Santiago. Existe una de esas rutas jacobeas, en particular, que va desde los Pirineos hasta la ciudad española de Compostela, y es en ella donde llevamos los indicios que permiten comprender bastante el mensaje esotérico masónico de este tablero. Analicen el significado de los elementos que lo componen.

Es interesante destacar que el juego de la oca tiene una serie de simbolismos y significados esotéricos que se relacionan con el Camino de Santiago y la tradición masónica. Algunos de estos simbolismos incluyen:

La oca, que simboliza la guía y la protección en el camino espiritual. El tablero, que representa el camino de la vida y la búsqueda de la verdad. Los números y los símbolos en el tablero, que tienen un significado esotérico y masónico.

La espiral es el símbolo más antiguo del mundo y alude al ciclo de vida, muerte y renacimiento. Por ende, significa la eternidad. El movimiento rotatorio de la espiral, presente en muchos ejemplos de la naturaleza, como nuestra propia galaxia, flores, caracoles, en la rotación de los cuerpos celestes, en los remolinos de viento y agua, en el ombligo y en muchas cosas más.

En el juego de la oca, aparece la conchilla de un nautilo. A lo largo del Camino de Santiago, se pueden ver varias conchillas de caracoles como marcas del sendero. Además, la conchilla era un símbolo utilizado por los canteros, albañiles y constructores de catedrales, o sea, los masones operativos.

La otra espiral que aparece en el juego está formada por 13 hojas, pero hay una más que es la gran hoja que habita en su propia parte. El Camino Jacobeo, uno de los caminos de Santiago, está dividido en trece jornadas, marcadas con una concha. En la Oca, el pato y el ganso eran considerados animales poderosos por dominar tres de los cuatro elementos: el agua, el aire y la tierra.

Además, las ocas eran usadas por los frailes como animales de protección, ya que, si se acercaba algún extraño, las bocas avisaban con sus graznidos. A lo largo del Camino de Santiago, aparecen muchos lugares con nombres que aluden a las ocas, como Cuatro Ríos, llamados "Oca", los Montes de Oca, los Valles de Oca, Nanclares de la Oca, Villafranca de la Oca, Valle del Ganso, Población El Ganso, La Sierra Arrancar, y muchas más.

En las iglesias, catedrales, castillos, puentes y monasterios que se encuentran a lo largo del Camino de Santiago, aparecen muchas ocas pintadas, talladas. Además, a la oca se le relaciona con el ave fénix, un pájaro mitológico de la masonería, con la capacidad de resucitar de las cenizas luego de haber sido devorado por el fuego del sol.

Estos animales viven en manadas, tal como las hermandades de constructores sagrados reunidos en logias gremiales, y conservan en común secretos herméticos heredados de los arquitectos que edificaron el Templo del Rey Salomón. El ave también representa a Silicio, guía de los elegidos dentro del cristianismo.

En la Masonería, existe la historia del sitio donde fue fundada la masonería especulativa el 24 de junio de 1717, en Londres, en la taberna "El Ganso y la Parrilla", en la que los masones ven una relación con el juego de la Oca.

A lo largo del tiempo, incluso bien entrado el siglo XX, se enseñaba a niñas y niños, desde que tenían capacidad de entender una trama, cuentos tradicionales que ocultaban importantes conocimientos iniciáticos transmitidos de forma simbólica. Poco a poco, los cuentos dejaron de tener sentido, porque no había tiempo para relatárselos de forma oral. Se leían algunos que había por casa o se compraban más y se prepararon ediciones que se consideraban más adecuadas para la gente menuda, empezando a elegir distintos cuentos por género, para niñas y para niños, llenándolos, a veces, de contenidos insustanciales.

Como ayuda a aquella transmisión iniciática, también se empleaban juegos, que eran muy populares, como el Juego de la Oca, hoy también bastante inusual, pero que sigue guardando celosamente su sabiduría ancestral. Historiadores señalan que en realidad reproduce una ruta anterior, que forma parte del Sendero del Dios Jano, desde Efeso a Finisterre y que, en España, iría del Cabo de Creus a Finisterre.

El juego nos muestra las vicisitudes de nuestra vida, avanzando, retrocediendo, con alegrías, con penas, con abandonos, con golpes de suerte o de infortunio.

La Oca es un animal sagrado en varias culturas y significa cosas diferentes, pero congruentes unas con otras. Simboliza el ascenso del alma al mundo superior y sus patas destacan por la relación entre los ángulos de las mismas, que sirvió a los constructores para diseñar las catedrales góticas y otras construcciones, al unir dos de ellas y obtener los seis radios de la Rueda. Hacen el papel de animales mitológicos como el Ruc o el Fénix, y como tal las tenemos, vivas, en la Catedral de Barcelona, en número de trece, incluso hoy día. En el tablero del juego hay trece ocas. Si se cae en una de ellas, se pasa a la siguiente y quien juega puede volver a tirar los dados.

El Puente es otro de los símbolos importantes, que no indica solo un lugar geográfico. Nos lleva de una orilla a otra de un río, aunque también representa el paso a otra realidad.

La Posada nos muestra la posibilidad de descansar, por realizar un trabajo fuera de nuestro hogar o bien al viajar por cualquier otra circunstancia.

Los Dados están presentes en muchos juegos de azar y su importancia esotérica es indudable. Si nos fijamos en los números de sus caras, seis, es la piedra cúbica de la francmasonería y también de la Alquimia. Significan la suerte, generalmente la buena suerte, pero también puede ser aciaga, por eso avanzamos o retrocedemos, según sea el caso.

El pozo, pese a que en el juego no es un buen lugar, tiene la capacidad de darnos agua, y también una simbología de buena ventura.

El laberinto, representa la maraña de pensamientos que nos encierra dentro de nuestro yo, y del que es preciso salir.

La cárcel representa todas las cárceles tanto físicas como psíquicas.

La muerte, aunque pueda parecer el fin, en realidad lo único que hace es volvernos a la casilla de salida, por lo que representa el retorno, la rotación de las almas.

Al final, llegamos a la casilla 63, en la que encontramos muchas ocas subiendo una escalera de 5 tramos. Para llegar es preciso hacerlo con el número exacto, o tendremos que retroceder. El número 63, es siete veces nueve, y ambos números están presentes en los puntos más iniciáticos del tablero.
Analicemos más a profundidad todo esto:

El Puente: el puente une dos orillas y permite atravesar el agua para continuar el camino. El representa la unión entre el cielo y la tierra, lo masculino y lo femenino, la vida y la muerte. Cristo, al ser hombre y al mismo tiempo Dios, es la unión entre lo divino y lo humano. El mismo es un puente, y el representante de esto en el mundo es el pontífice, que literalmente significa "constructor de puentes". La figura del pontífice también se encuentra en las cartas del Tarot.

La Posada: la posada es un lugar de descanso y aislamiento para introspección y para recuperar fuerzas para seguir el camino. Es un momento de reflexión para tomar con claridad la decisión de proseguir o no. El tiempo de reposo es un tiempo perdido, y el peregrino y el jugador deben recuperar luego los dados.

Los Dados: los dados indican la buena o mala fortuna del jugador o del peregrino, la cual no es azarosa, sino que depende del destino. Aparece el peregrino con los dados en la mano, aguardando que el destino le indique qué camino tomar. Esta figura aparece en las cartas del Tarot.

Es interesante destacar que el juego de la Oca y las cartas del Tarot tienen una serie de simbolismos y significados esotéricos que se relacionan con la Masonería y la espiritualidad.

El Pozo: un pozo que está lleno de agua indica la vida. Los antiguos hebreos esperaban conocer a sus esposas junto a un pozo, como fueron los casos de Isaac y Rebeca, y Moisés. Además, el agua es un elemento de purificación, como lo vemos por el bautismo, ya que libera al iniciado de los males morales para ingresar a la inmortalidad.

El Laberinto: es un símbolo esotérico que aparece en los suelos de las iglesias y catedrales, y se llama también "Caminos a Jerusalén". No aluden a la Jerusalén física, sino a la Nueva Jerusalén celestial descrita en el Apocalipsis por el apóstol Juan.

La Cárcel: la cárcel es la pérdida de la libertad. En esta casilla, el jugador pierde tres turnos, pero en clave esotérica significa la ascensión del alma una vez liberada de su cuerpo o prisión material. La cárcel es una advertencia a los adeptos, ya que el peregrino jamás debe revelar los secretos.

La Muerte: si se cae en dicha casilla, se debe comenzar todo el juego de nuevo.

La Meta: la meta es la aprobación del examen final del iniciado y su ingreso a la gloria del paraíso, de la cual nadie regresa.

Tenemos la sospecha de que, en algún momento de la historia, el Camino de Santiago estuvo oculto, marcado y definido para los constructores sagrados por los casilleros de la Oca, un mapa que simula un juego, pero que señalaba al paralelo geográfico entre el camino y los casilleros para los constructores de las obras sagradas edificadas en la Edad Media.

El juego de la Oca contiene varios símbolos que se relacionan con la Masonería, como la oca, que representa la guía y la protección, y el puente, que simboliza la unión entre lo divino y lo humano.

El juego de la Oca se divide en 63 casillas, que se pueden relacionar con el número 3 tan usado en Masonería. 

En el juego, la oca guía al jugador a través del camino, simbolizando la guía y la protección que se busca en la Masonería.

El puente que aparece en el juego es un símbolo importante en la Masonería, ya que representa la unión entre lo divino y lo humano.

La cárcel que aparece en el juego se puede relacionar con la idea de la "prisión mental de dogmas " que se busca superar en la Masonería.

La muerte que aparece en el juego se puede relacionar con la idea de la "muerte iniciática" que se busca en la Masonería.

La meta del juego se puede relacionar con la idea de la "iluminación" o la "realización espiritual" que se busca en la Masonería.

En algunas Logias Masónicas, el juego de la Oca se utiliza como una herramienta para la reflexión y la meditación, ya que se considera que el juego contiene símbolos y mensajes que pueden ayudar a los masones en su camino espiritual.

 

Tomado de la Internet

Derechos AQC

 

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Por qué el esfuerzo genuino siempre da sus frutos

La masonería nunca prometió facilidad. Prometió trabajo.

No es un trabajo performativo. No es un trabajo ajetreado.

 

Es Trabajo real.

El tipo de cosas que se hacen en momentos de tranquilidad, sin aplausos ni reconocimiento.

El tipo que exige honestidad, disciplina y paciencia cuando nadie está mirando.

Este mundo recompensa rápidamente los atajos, pero el Arte nos enseña algo mejor.

El esfuerzo genuino siempre devuelve algo significativo, incluso si no es lo que esperabas.

Quizás no sea un título

Quizás no sea un elogio.

Es posible que ni siquiera parezca un éxito a primera vista.

Pero el esfuerzo basado en la sinceridad tiene una forma de moldearte.

Cambia tu forma de pensar, de responder, de compartir.

Y esa transformación es a menudo la verdadera recompensa.

No estamos construyendo fortunas. Estamos construyendo carácter.

Y no, no se trata de un interruptor de luz.

Uno no se presenta a una reunión, memoriza un guion o dice una palabra amable y de repente se siente “iluminado”.

 

Es más lento que eso.

Más testarudo. Más exigente.

Pero Dios está mirando.

Tus hermanos están mirando.

Y lo que quizás es más importante, estás mirando.

Sabes cuando te has contenido.

Sabes cuando has tomado atajos.

Pero también sabes cuando has dado lo mejor de ti, incluso si nadie más lo ve.

Ese tipo de esfuerzo no desaparece. Planta semillas.

Y con el tiempo, vale la pena (de una forma u otra).

Así que sigan así.

Manténganse firmes

Ya tienen las herramientas.

Ahora recójanlas y continúen construyendo.

 

P.D.: El trabajo silencioso del que hablamos necesita un plan.

Algo a lo que puedes recurrir en los días en los que el trabajo parece lento y nadie te anima.

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Maravilla, Adoración y Masonería

Hay algo en mirar un cielo lleno de estrellas que humilla el corazón.

Algo sobre un atardecer en acuarela que despierta nuestra curiosidad.

Hay algo en estar parado sobre una roca suspendida en la nada, rodeado de un universo que apenas comprendemos, que invita a algo más profundo que la explicación.

Invita a la adoración...

La masonería no ofrece respuestas a todos los misterios.

Lo que ofrece es un marco para abordar esos misterios con reverencia, curiosidad e intención.

Nos enseñan a observar las maravillas de la creación, a estudiar el orden oculto detrás del mundo visible y a reconocer que mucho de lo que construimos sólo es posible porque algo mucho mayor sentó las bases.

En los momentos de asombro, no somos observadores pasivos.

Se nos recuerda que nosotros también somos parte del diseño.

No estamos aquí para conquistar el mundo, sino para comprender nuestro lugar en él, para alinear nuestras vidas con algo superior a nosotros mismos.

Como masones, somos constructores. Pero, más importante aún, somos buscadores.

Trabajamos con herramientas no sólo para dar forma a la piedra, sino para dar forma a la perspectiva.

La escuadra, el compás, la plomada, no son sólo símbolos de moralidad; son recordatorios para vivir en equilibrio con las leyes naturales y morales que rigen nuestro mundo.

Cuanto más descubrimos sobre la naturaleza, sobre nosotros mismos, sobre el Arte, más nos llenamos de asombro.

No porque lo sepamos todo; pero porque estamos aprendiendo a ver todo a través de los ojos de un masón.

Porque ver el mundo a través de los ojos de un masón no es automático.

Se trabaja. Se estudia. Se gana.

 

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Un camino iniciador para crecer juntos

Tradición Iniciática, Símbolos, Filosofía y Fraternidad

En este siglo XXI, nuestro interés es combinar la iniciación y la tradición de la modernidad dentro de una estructura para adaptarnos a nuestro mundo en el movimiento perpetuo.

La tradición se transmite a los ritos y, en particular, Antiguo Rito Egipcio Primitivo Operativo (A.R.E.P.O.) Se trata de iluminar a nuestras hermanas y hermanos a la luz del trabajo de los siglos gastados en un espíritu tanto judeocristiano como protestante u ortodoxo, o Caballeresco, desde el 1º hasta el 33º.

El Templo de la Humanidad es un edificio que debe ser apoyado por el trabajo perpetuo, es desarrollar la fraternidad entre hombres, mostrar el Compas y trabajar.

Trabajamos con ritos, simbolismo y un espíritu filosófico para que nuestras contribuciones penetren en los corazones de hombres y mujeres y los transformen en unas buenas personas. La alquimia hecha, esto debe traducirse en nuestras acciones diarias.

El símbolo representa un infinito de posibilidades de expresiones de humanos. El símbolo trasciende al hombre de acuerdo con su sensibilidad al mundo y al universo. Todos están libres de su representación.

El Soberano Santuario Mexicano funciona en un espacio de libertad ordenado con valores humanistas y espirituales. Tenemos un proceso de investigación y construcción de uno mismo y, por lo tanto, la libertad. No hay una verdad única, que cada uno lo sienta.

Corrección, Valores, Benevolencia e Iniciación.

A través de nuestras logias y en el mundo secular, aspiramos a ser justos y fraternos. Tenemos la intención de defender precisamente nuestros valores tradicionales, nuestras libertades fundamentales, la dignidad y los derechos de los hombres cuando se ven afectados por daños graves. En tales casos, asumimos nuestra posición y alertar a las autoridades de nuestro país.

No imponemos ninguna verdad, favorecemos un compromiso de benevolencia en la vida ciudadana.

Designamos a Dios por el Gran Arquitecto del Universo que calificamos como un principio creativo para que cada hermana y hermano puedan dar sentido a su vida de acuerdo con su visión en el mundo.

El nuevo hombre nació para construir el sentido de su vida en estima y el currículum mutuo.

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Una carrera hacia el Este

Demasiados entran al Arte creyendo que el objetivo es algún día sentarse en el Este; que la silla del Maestro es el logro final, el más alto honor, la cima de la montaña...

Pero la masonería no es una carrera profesional.

No se trata de una serie de títulos o cargos para coleccionar como si fueran insignias de mérito.

Es «y siempre ha sido» un aprendizaje que dura toda la vida hacia la sabiduría.

El verdadero trabajo de un masón no termina con los grados...

Ahí es cuando realmente comienza.

Los títulos, los cargos, las insignias... son andamios.

Son útiles, quizá incluso necesarios a veces, pero no son la estructura en sí.

Un hombre puede servir en Oriente diez veces y aun así perder el rumbo si confunde liderazgo con Luz.

Oriente ofrece visibilidad, pero la visibilidad no es comprensión.

La sabiduría no se otorga por elección, se gana.

En soledad.

En reflexión.

En momentos de lucha silenciosa cuando nadie está mirando.

El aprendizaje en el oficio no es algo que se supera con la edad.

Es algo en lo que crecemos más profundamente.

Las mismas herramientas de trabajo, los mismos símbolos, las mismas frases; revelan más cada vez, pero sólo si les aportamos más de nosotros mismos.

La escuadra y el compás no son decoración.

Son espejos. Míralos con atención y te mostrarán los bordes aún ásperos, las esquinas aún desniveladas, el trabajo aún sin terminar.

Al mundo le encanta la velocidad, el ascenso y la posición.

La masonería pide paciencia, profundidad y transformación.

No es la prisa por ir a Oriente lo que define a un masón.

Es el trabajo lento y deliberado de convertirse en el tipo de hombre que no necesita una silla para dirigir ni un título para vivir con sabiduría.

El verdadero masón no corre hacia el Este;

Él sigue siendo un estudiante humilde.

 

 

 

Materia Prima para ser Mejor Hombre

La masonería no te da algo que ya no tengas.

No te otorga sabiduría con una palabra ni te otorga virtud en una conferencia.

Lo que hace -de manera silenciosa, constante y profunda- es sacar a relucir las mejores partes de ti que pueden haber pasado desapercibidas, sin usar u olvidadas.

Los principios son atemporales;

pero su efecto es profundamente personal.

Los rituales no son hechizos mágicos. Son espejos.

Y lo que ellos reflejan depende enteramente de cuán honesto estés dispuesto a ser.

Dentro de la Logia no hay atajos.

Sólo el ritmo constante del trabajo, la reflexión y la responsabilidad silenciosa.

Junto a vosotros están hombres que también están trabajando en sí mismos.

La masonería no te hará perfecto.

Pero te mostrará dónde puedes ser más paciente, honesto y mesurado.

Te recordará que el autodominio no es un destino, sino una disciplina.

Y en un mundo que constantemente intenta empujarnos hacia afuera «hacia la distracción, el ruido y la ambición superficial», la Masonería nos empuja hacia adentro.

Nos da herramientas, lenguaje y luz para descubrir lo que siempre ha estado ahí:

La materia prima para ser un mejor hombre.

No es un trabajo fácil. Pero vale la pena.

Porque el hombre en el que eres capaz de convertirte no es otro.

El ya está en ti.

El Arte está aquí únicamente para ayudarte a sacarlo adelante.

 

PD: Convertirse en un mejor hombre requiere más que buenas intenciones; se necesita el entorno adecuado.

Para eso se creó el Soberano Santuario Mexicano.

No se trata sólo de recursos o rituales.

Se trata de rodearse de Hermanos que también estén haciendo el trabajo.

Si estás buscando un lugar donde mejorar sea la expectativa «no la excepción», ven a ver lo que estamos construyendo.

 

 

Sobre el liderazgo masónico y lo que necesitas saber

Desde el momento en que ingresamos a la masonería, estamos llamados a mantener los más altos estándares de carácter.

Quienes asumen roles de liderazgo no se limitan a gestionar asuntos; se espera que encarnen el amor fraternal, el alivio y la verdad de una manera que se ganen la confianza de sus hermanos.

Un verdadero líder masónico no manda, enseña.

El no busca reconocimiento sino ganarse el respeto a través de sus acciones.

Su influencia se extiende más allá de la Logia, dando forma a su familia, a su comunidad y a todos los que son testigos de su ejemplo.

El liderazgo en la masonería no se trata de prestigio, sino de servicio.

El no pregunta: "¿Qué puedo ganar?" sino...

"¿Cómo puedo ayudar a mis hermanos a crecer?"

Otra obligación destacada de un buen líder es la transmisión de conocimientos.

La masonería prospera cuando sus líderes enseñan, guían y preparan a la próxima generación, no sólo a través del ritual sino también a través de sus lecciones morales más profundas.

Además, el liderazgo de un masón no termina en la puerta de la Logia.

Su integridad, paciencia y caridad moldean cada aspecto de su vida.

Y a medida que los tiempos cambian, también lo hacen nuestros desafíos.

Un buen líder equilibra la tradición con el progreso, garantizando que la masonería siga siendo relevante y preservando sus valores eternos.

El liderazgo es algo esperado y respetado.

Esperado porque todo masón tiene el deber de servir, y respetado porque se gana con carácter y compromiso.

Hermanos, el liderazgo es una forma de vida...

Lideremos no con palabras sino con acciones, asegurando que la masonería siga siendo una luz guía para las generaciones futuras.

 

FRATERNALMENTE

Soberano Santuario Mexicano

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El don de la masonería a cualquier edad

 Hay una alegría profunda en recorrer el camino de la masonería...

Una alegría que se revela de forma diferente según cuándo damos nuestro primer paso en el oficio.

Ya seamos jóvenes y llenos de ambición desenfrenada o mayores y guiados por la sabiduría de las experiencias de la vida, las lecciones y los vínculos de la masonería nos enriquecen en cada etapa. 

Para aquellos que comienzan su viaje en la flor de la juventud, la masonería ofrece un regalo único: 

Una vida de orientación, compañerismo y propósito. 

La oportunidad de alinearse con principios atemporales, desde el principio es nada menos que transformadora. 

Un joven masón aprende a moldear su carácter con las herramientas de la moralidad, construye amistades para toda la vida basadas en el respeto mutuo y disfruta de décadas de crecimiento dentro de la fraternidad. 

Las experiencias de la juventud, guiadas por hermanos experimentados, sientan las bases para una vida bien vivida, con los principios del amor fraternal, el alivio y la verdad como regla constante. 

Pero, así como el sol de la mañana trae su belleza, también lo hace el de la tarde. 

Para aquellos que se unen a la masonería más tarde en la vida, el oficio proporciona un sentido de renovación y pertenencia... 

Un hombre que ya ha recorrido gran parte del camino de la vida aporta sabiduría, perspectiva y disposición para contribuir a la Logia y su misión.

La masonería se convierte en un espacio para reflexionar, conectar y dar sentido al recorrido de la vida. 

Nunca es demasiado tarde para descubrir la alegría de la fraternidad, para crecer en espíritu y entregarse al bien común. 

La belleza de la masonería es que nos encuentra donde estamos. 

Ya sea al amanecer de la vida o cuando se acerca el sol en el poniente, nos proporciona herramientas para mejorarnos a nosotros mismos, a nuestras comunidades y a los demás. 

Y a medida que envejecemos, el viaje continúa evolucionando. 

Una vez nuevos y misteriosos, los rituales se convierten en fuentes de consuelo y sabiduría. 

Las relaciones, una vez nacientes, se vuelven más profundas y significativas. 

Ya sea que comiences temprano o tarde, el camino de la masonería es un privilegio que dura toda la vida. 

En este camino, cada paso revela nuevas verdades, cada edad trae nuevas alegrías y cada hermano nos recuerda que el viaje nunca se hace solo. 

Que cada uno de nosotros encuentre placer en cada etapa de este viaje y lleve su luz hasta que nuestro trabajo esté terminado.

 

PD: Si buscas más inspiración para vivir una vida alineada con los valores de la masonería, te invito a que ingreses a nuestra Orden, encontraras principios atemporales arraigados en nuestro oficio, filosofías orientadoras que pueden enriquecer no solo tu viaje masónico sino también tu vida diaria.

Encontraras recursos prácticos y reflexivos diseñados para ayudar a cada hermano a aplicar la sabiduría masónica a sus acciones, relaciones y crecimiento personal.

 

Fraternalmente

Soberano Santuario Mexicano

Orden Masónica Egipcia de Memphis & Misraim

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Trinidad Simbólica «Fe, Espiritualidad, Razón»

Esta imagen simbólica ilustra tres figuras representativas de algunas instituciones espirituales y fraternas que, a lo largo de la historia, han influido profundamente en la sociedad humana cultivando la paz, el amor y el ejercicio de una forma de poder moral y simbólico: la Iglesia Católica y la masonería.

1.    La Iglesia Católica, representada por un obispo con vestimentas litúrgicas rojas, con Mitre y Crosier, representa la autoridad apostólica y la misión pastoral. Esto encarna la idea del orden universal, la sumisión a la tradición y la promoción de la unidad espiritual bajo la autoridad papal. Su poder se manifiesta a través del dogma, los sacramentos e influencia cultural global, pero también por un llamado constante al amor hacia el vecino y la paz social.

2.    La Iglesia ortodoxa: representada por un clero de barba, vestido de negro y con una cruz bizantina, evoca la continuidad con la tradición patrística y las raíces místicas del cristianismo oriental. Su poder es contemplativo y teológico, surgiendo de la liturgia, del monasticismo y la comunión sinodal. La ortodoxia se centra en la deificación del hombre por gracia y la preservación de la paz interior como un reflejo de la paz divina.

3.    La masonería simbolizada por un hombre en la fracción, con el mandil y las insignias masónicas, lleva al primer plano la dimensión de la fraternidad secular. Representa un poder discreto, basado en la razón, la ética humanista y la construcción de un mundo mejor a través de la iluminación personal y la solidaridad. La masonería aboga por la libertad, la igualdad y la fraternidad, promoviendo la paz a través de la sabiduría y el amor a través de la tolerancia.

Juntos, estos tres poderes reflejan una trinidad simbólica: la fe dogmática (católica), la espiritualidad mística (ortodoxa) y la razón iluminada (masónica). Aunque en forma diferente, convergen en la misión común de mantener el equilibrio social, la armonía entre las personas y la aspiración a un mundo mejor.

 

Fraternalmente

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Que sucede tras cerrada la puerta

 Muchos se lo han preguntado, pero pocos lo entienden realmente.

 No es un secreto por sí mismo, ni es una reunión de hombres para una mera ceremonia.

 

Lo que sucede dentro de una Logia es algo más profundo que ha formado hombres de carácter durante siglos.

 Cuando la puerta se cierra, el mundo exterior queda a un lado.

 Los títulos, las profesiones y el estatus social ya no importan.

Cada hombre es igual entre hermanos, unido no por obligaciones sino por la búsqueda compartida de la sabiduría.

La Logia se convierte en un santuario de aprendizaje, donde antiguos rituales transmitidos de generación en generación se desarrollan con un propósito.

Estos rituales no son meras actuaciones...

Son experiencias cuidadosamente estructuradas, diseñadas para desafiar la mente, conmover el alma y guiar a los hombres hacia el autodominio.

Los símbolos están en todas partes...

la escuadra y el compás, los mandiles, los pilares, cada uno con capas de significado que se revelan con el tiempo.

Las palabras pronunciadas, los pasos dados, la luz revelada no son gestos aleatorios sino actos deliberados destinados a transformar la comprensión.

En la Masonería, el conocimiento no se da simplemente...

Se gana a través de la contemplación, la discusión y la experiencia.

Sin embargo, la Logia no es sólo un lugar de rituales.

Es donde se forman los verdaderos vínculos.

Los masones se aconsejan unos a otros, se responsabilizan mutuamente y fortalecen las virtudes que hacen que los buenos hombres sean mejores.

Los debates no giran en torno a política o a preocupaciones pasajeras, sino a la filosofía, la moral y las cuestiones atemporales que han ocupado a grandes mentes a lo largo de la historia.

La verdad es que lo que sucede detrás de la puerta de la Logia no se puede explicar completamente: hay que vivirlo.

La masonería ofrece un camino, pero eres tú quien debe recorrerlo.

Si buscas conocimiento, fraternidad y transformación personal, la puerta te está esperando.

 

El caso es...

 

¿Estas listo para dar el paso?

 

El rompecabezas de la masonería

 

La masonería no nos ofrece el panorama completo de una sola vez.

En cambio, nos ofrece piezas dispersas, aparentemente no relacionadas, a veces frustrantes en su complejidad.

Al principio puede que no veamos cómo se conectan.

Una herramienta de trabajo explicada en un grado parece desconectada de un principio enseñado en otro.

Una lección de ritual se siente separada de una experiencia en la Logia.

Pero con el tiempo, si tenemos paciencia, empezamos a ver cómo cada pieza encaja.

Cada enseñanza de la Masonería (cada símbolo, cada virtud, cada herramienta de trabajo) es un fragmento de algo más grande.

Tomada de forma aislada, una sola pieza puede parecer incompleta.

¿Qué significa realmente la fortaleza sin la sabiduría que la guíe?

¿Qué es la verdad sin la disciplina del autocontrol?

Así como un rompecabezas toma forma sólo cuando sus piezas se colocan cuidadosamente juntas, también la Masonería revela su significado completo sólo cuando damos un paso atrás y vemos las conexiones.

 

Algunas piezas vienen fácilmente...

Reconocemos inmediatamente su lugar y los colocamos en el marco de nuestra comprensión.

Otros toman tiempo...

Los giramos, los examinamos, tratamos de darle sentido a dónde pertenecen.

A veces nos aferramos a una lección durante años antes de darnos cuenta de dónde encaja.

Pero nada en la Masonería carece de propósito.

Las piezas están todas ahí, sólo tenemos que estar dispuestos a hacer el trabajo de juntarlas.

 

Y entonces sucede algo notable.

A medida que el rompecabezas se acerca a su finalización, las piezas separadas se desvanecen y aparece la imagen completa.

El ritual, la filosofía, las alegorías ya no son lecciones aisladas, sino partes de un todo sin fisuras.

Vemos que cada enseñanza nos conducía hacia la misma realización: que la Masonería no es sólo algo que aprendemos, es algo en lo que nos convertimos.

 

El caso es....

¿Estamos ensamblando las piezas con cuidado o estamos dejando algunas esparcidas sobre la mesa, sin ver nunca completamente la imagen que revelan?

 

Es cuánto …

 

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La clave del éxito de una logia

 

Una Logia no prospera sólo por rituales, ni por números o títulos. Florece cuando sus miembros están comprometidos, realizados y creciendo. Cuando a cada hombre se le da la oportunidad de hacer lo que le apasiona mientras es moldeado por los principios masónicos.

Cada Hermano se une a nuestra Compañía buscando algo ...

Algunos se sienten atraídos por la filosofía y un conocimiento más profundo, otros por el ritual y la tradición, y otros por los vínculos de la Hermandad y el servicio.

La fuerza de una Logia radica en reconocer estas pasiones y brindar un espacio donde cada hombre pueda contribuir de una manera que sea significativa para él.

Un Hermano que encuentra propósito dentro de la Logia no simplemente asiste, participa, se invierte y al hacerlo, fortalece a toda la fraternidad.

Pero la pasión sola no es suficiente... Una Logia también debe ser un lugar de crecimiento y refinamiento.

Es por esto que susurramos buenos consejos a los oídos de nuestros Hermanos, asegurándonos de que sus esfuerzos estén guiados por la sabiduría, la integridad y los principios de nuestro Oficio.

No basta con hacer; hay que hacerlo con propósito, guiados por las lecciones de la masonería.

Cuando a los hombres se les da la libertad de perseguir sus intereses dentro del marco de la virtud masónica, hacen más que ocupar puestos: construyen, dirigen e inspiran. Cuando la mentoría es fuerte y las enseñanzas masónicas se viven, en lugar de simplemente hablarse, la Logia se convierte en una fuerza viva y que respira para el bien.

Y cuando esto sucede, todo lo demás (retención, armonía y legado) seguirá naturalmente.

¿Estamos proporcionando ese espacio para nuestros hermanos?

¿Estamos ayudándoles a encontrar un propósito dentro de la Logia mientras nos aseguramos de que cada acción esté guiada por la sabiduría de nuestro Oficio?

Si lo hacemos, el futuro de la masonería se cuidará solo.

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El poder de la memorización

La memorización ha estado en el corazón de la masonería durante siglos.

Es más que una tradición, es una práctica que fortalece nuestro vínculo como Hermanos y profundiza nuestra comprensión del Oficio.

Este requisito se remonta a los Estatutos Shaw de 1599 en Escocia, cuando la mayoría de los hombres eran analfabetos...

En aquella época, los documentos escritos tenían poco valor para el trabajador común, por lo que el conocimiento debía preservarse y transmitirse de boca en boca.

Esto garantizó que las enseñanzas masónicas no sólo estuvieran salvaguardadas, sino que también se transmitieran con precisión y significado.

Aunque los tiempos han cambiado y ahora la alfabetización está muy extendida, la tradición permanece, pero ¿por qué?

¿Qué valor tiene hoy la memorización cuando podemos confiar fácilmente en materiales impresos o recursos digitales?

En primer lugar, la memorización fortalece nuestra conexión con el ritual. Cuando memorizamos palabras, se convierten en parte de nosotros.

No nos limitamos a leerlos: los interiorizamos y permitimos que su significado se arraigue.

Esto profundiza nuestra comprensión de las lecciones que contienen y garantiza que no solo recitemos palabras, sino que comprendamos verdaderamente su significado.

En segundo lugar, desarrolla la disciplina y el carácter.

La masonería es un camino de superación personal, y entrenar la mente para retener y recordar información es un ejercicio de paciencia, concentración y perseverancia.

Así como las herramientas de trabajo refinan la piedra tosca, también la memorización refina la mente.

Lo más importante es que la memorización forma un vínculo inquebrantable entre el mentor y el aprendiz.

Un nuevo Hermano no aprende el ritual de forma aislada, debe ser guiado, corregido y animado por un Masón más experimentado.

Aquí es donde reside el verdadero valor...

No se trata solo de aprender palabras, se trata de ser incorporado al grupo, formar conexiones y garantizar que las enseñanzas del Oficio se transmitan tal como fue previsto.

Memorizar el ritual masónico es más que una obligación; es un honor.

Nos vincula con los Hermanos que nos precedieron, fortalece el vínculo entre maestro y alumno, y garantiza que la sabiduría de nuestra fraternidad se preserve para las generaciones futuras.

Así pues, al continuar con esta tradición, no la veamos como una carga, sino como un privilegio;

Uno que nos conecta con siglos de masones que han llevado esta luz antes que nosotros.

 

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Guiando a los nuevos masones con paciencia

 La masonería no es algo que se pueda hacer a la ligera. No es algo que se consiga marcar ni un título que se pueda ganar.

 Es un viaje de superación personal, conocimiento y comprensión.

 Sin embargo, hoy en día, a menudo intentamos hacer un masón en un solo día o apresurarlo a pasar por los tres grados en meses.

 Históricamente, se necesitaban siete años para formarse como albañil operativo.

 ¿Hemos olvidado la importancia del tiempo y la paciencia en la formación de un verdadero Hermano?

 Muchos hombres hoy en día llegan al Arte a través de Internet en lugar de a través de patrocinio personal.

 Aunque su interés es sincero, puede que no comprendan plenamente lo que la masonería ofrece o exige.

 Esto hace que la enseñanza sea esencial.

 Sin una guía adecuada, un nuevo masón puede progresar a través de los grados sin jamás comprender verdaderamente su significado, dejándolo a él y a la Logia insatisfechos.

Debemos reducir la velocidad.

Desde la primera entrevista, las expectativas deben ser claras.

La masonería no es un club social ni un camino rápido hacia la iluminación.

Es una búsqueda que dura toda la vida, donde cada título no es un paso que hay que dar apresuradamente, sino una lección que hay que absorber, reflexionar y aplicar.

Antes de avanzar, cada Hermano debe comprender el grado que ha recibido, no sólo memorizar sus palabras.

Un masón bien guiado se convierte en un fuerte pilar de la Logia.

Está informado y comprometido. Sin tutelaje, podría desviarse y nunca experimentar la profundidad de lo que la masonería puede ofrecer.

Si queremos defender la integridad de nuestro Oficio, debemos dar a nuestros nuevos Hermanos lo que realmente necesitan, no sólo títulos sino orientación, paciencia y luz.

¿Estamos criando masones o simplemente los estamos dejando pasar?

La diferencia radica en cómo enseñamos, orientamos y apoyamos a quienes buscan unirse a nuestras filas.

Regresemos a la virtud de la paciencia y hagamos que el camino de cada Hermano sea de sentido y no de velocidad.

 

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¡¿Simplemente no tengo tiempo?!

Es una frase que todos hemos oído antes, quizá incluso la hayamos dicho nosotros mismos:

"Simplemente no tengo tiempo."

No hay tiempo suficiente para asistir a la Logia.

No hay tiempo suficiente para visitar a un hermano.

No tenemos tiempo suficiente para estudiar las lecciones de nuestro oficio.

La vida es agitada. Las responsabilidades nos empujan en todas direcciones.

Y así, poco a poco, los deberes masónicos se van dejando de lado.

“A la próxima reunión iré.”

"La próxima vez te llamaré".

“Un día haré tiempo.”

Y entonces, un día, las puertas de la Logia se cierran.

Las luces se apagan. Los asientos quedan vacíos.

Los ecos de la comunión se desvanecen en la memoria.

Y cuando se hace un llamado de ayuda, de apoyo, de que alguien, cualquiera, dé un paso adelante, la respuesta es la misma:

"Simplemente no tengo tiempo."

La masonería no pide todo nuestro tiempo, sólo que le demos la prioridad que merece.

Una Logia no prospera porque los hombres encuentren tiempo; prospera porque los hombres hacen tiempo.

Por el trabajo. Por la Hermandad. Por las cosas que verdaderamente importan.

El futuro de nuestro oficio no depende de aquellos que tengan la intención de actuar algún día, sino de aquellos que eligen actuar hoy.

Seamos los hombres que lo hacen.

P.D.: La masonería no es sólo lo que sucede dentro de la Logia...

Es un viaje que dura toda la vida: aprendizaje, conexión y crecimiento.

Por eso creamos el Soberano Santuario Mexicano, es un espacio en donde hermanos de todo el mundo se reúnen para discutir las enseñanzas masónicas, compartir conocimientos y fortalecer su compromiso con el oficio.

Si buscas más luz, más discusión y más Hermandad, te invito a unirte a nosotros aquí:

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Manténgase comprometido, manténgase inspirado y continúe construyendo su viaje masónico cada día.

  

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M∴F∴

 

 

Membresía Honorífica

Institution Maçonnique Universelle

 

 La Práctica de la Circunspección

Un masón camina por la vida con ojos vigilantes y lengua cautelosa.

No por miedo sino por sabiduría.

No por secreto sino por comprensión.

La circunspección es más que una restricción: es una manera de ver, una manera de pensar y una manera de Ser.

Es el hábito de considerar antes de hablar, de reflexionar antes de actuar, de sopesar nuestras palabras y acciones frente a los principios que defendemos.

Esta disciplina no aparece de la noche a la mañana.

Se cultiva a través del estudio, la reflexión y la práctica diaria de las enseñanzas masónicas hasta que ya no se sientan como esfuerzo, sino como sentido.

Cuando interiorizamos las lecciones del oficio, la circunspección se convierte en una segunda naturaleza.

Nuestras palabras son elegidas con cuidado, nuestras acciones están alineadas con la virtud, nuestra presencia es un ejemplo silencioso para quienes nos rodean.

Un masón no es imprudente con su palabra.

Él no revela lo que debe permanecer guardado, ni habla simplemente para ser escuchado.

Él entiende el poder de las palabras, para construir o destruir, para unir o dividir.

Un masón no es descuidado en su conducta.

Él no actúa sin pensar ni permite que las emociones fugaces dicten su rumbo.

Recuerda que cada elección, por pequeña que sea, moldea la piedra de su carácter.

A través de la circunspección, un masón se protege y se fortalece.

Se mueve con un propósito, habla con intención y se comporta de una manera acorde con su oficio. Al hacerlo, honra sus obligaciones, no solo hacia su Logia, sino hacia sí mismo.

Que cada uno de nosotros se esfuerce por ver a través de esta lente masónica para que en todo lo que hagamos, actuemos con sabiduría, dignidad y moderación.

 Es cuánto.

 

 

La Perfección de los ideales masónicos

La masonería, en su fundamento, trata de la perfección de los ideales morales.

Es un viaje que comienza en la mente y el corazón, donde principios como la integridad, el amor fraternal y la caridad no son meras nociones abstractas; pero son estrellas guías para nuestra conducta.

La verdadera búsqueda masónica, sin embargo, no se detiene en el cultivo de estos ideales.

Se extiende al ámbito de nuestra vida diaria, a través de la exactitud de nuestras acciones que reflejan estos mismos principios.

Esta dualidad de pensamiento y acción es lo que define nuestra virtud como masones.

No basta con admirar las enseñanzas morales de la masonería en teoría.

La esencia de nuestra obligación masónica es vivir estas enseñanzas, encarnarlas tan plenamente que lleguen a ser indistinguibles de nuestras acciones.

Cuando nuestros ideales y acciones están en perfecta armonía, logramos el ideal masónico de la virtud.

La belleza de este principio es su simplicidad y su desafío.

Cada día nos enfrentamos a decisiones que ponen a prueba nuestro compromiso con estos ideales.

La verdadera virtud masónica no reside en los grandes gestos, sino en las pequeñas decisiones cotidianas que se alinean con nuestros valores masónicos.

Está en la bondad que mostramos hacia los demás, la honestidad en nuestros tratos y la integridad en nuestra conducta.

Al abrazar esta armonía entre nuestros ideales y nuestras acciones, no sólo enriquecemos nuestras propias vidas sino también las vidas de quienes nos rodean.

Nos convertimos en ejemplos vivos de los principios masónicos, inspirando a otros a través de nuestra conducta.

Esta es la esencia de nuestro viaje masónico...

Un esfuerzo continuo por alinear nuestras acciones con nuestros ideales más elevados, dando así vida a las nobles enseñanzas de la masonería.

Comprometámonos entonces con este principio con renovado vigor.

Esforcémonos cada día por armonizar nuestros ideales con nuestras acciones, sabiendo que en esta armonía reside la verdadera expresión de nuestra virtud masónica.

 

 

Ausencia en Logia Masónica

        Por el M∴M∴ Rubén C. Juan Pérez, México

Aquella Noche, Humberto había decidido ir a su madre logia, siempre le prometía a sus hermanos, - esta noche no fallaré- así pasaban las semanas, realmente no se acordaba del último día que estuvo en el taller, ya se le habían agotado todos los pretextos, desde los dolores de barriga por su glotonería, hasta sus cansancios fingidos por, supuestamente, tener mucho trabajo.

La verdad era que Humberto no llegaba desde aquel día en que pensó le nombrarían Venerable Maestro de su logia, que coraje había hecho. ¿Por qué despreciarlo a él, que era de los más antiguos maestros, con dinero suficiente para sufragar los gastos de la instalación y el aniversario? Su coraje fue mayor, porque a sus amigos y parientes íntimos les platico que él sería el venerable de su logia, así se le facilitaría buscar la candidatura para alcalde, que tanto deseaba. Que equivocado estaba, al final ninguna de las dos cosas había logrado.

Esa noche había decidido olvidar su berrinche y llegar a la tenida, pues le había platicado que un masón estaba bien encumbrado en el gobierno y por lo tanto tenía la obligación de ayudarle a conseguir su anhelada alcaldía. Afortunadamente había tenido el cuidado de seguir pagando puntualmente sus cuotas para no ser borrado. Estaba pues, a plomo y “activo”.

Esos pensamientos fluían por su cabeza, cuando finalmente la puerta del templo se abrió, se introdujo en ella, hizo su marcha con el pie equivocado olvidándosele, además, saludar al primer vigilante y cuando esperaba muy ufano que el venerable maestro lo invitara al oriente, le escucho decir:

¡Hermano! ¿Qué es esto? ¿Eres tú en verdad? Detente un instante entre CCol∴ Antes de darte plaza. Observa, ve a tus HH∴, ¡aún dudan de que seas tú!

¿Eres el que tras larga ausencia vuelve a su Madre Log∴? Dime, haciendo un examen de conciencia, sé franco: ¿Ha sido plenamente justificado el que no hayas concurrido y cumplido con tu deber de asistir a las TTen∴?

En torno tuyo las caras de tus HH∴ se encuentran desapacibles, entre desconcertadas y contentas. Mira y verás lo que tu larga ausencia ha propiciado. Encontrarás HH∴ de tu misma Log∴ a los que no conoces; ni ellos te conocen a ti, ¿y cómo podrían sentir cariño y amor fraternal por quien involuntariamente se ha alejado de ellos? ¿Cómo puedes llamar HH∴ a quiénes no aprecias por haberlos abandonado? Además, si tus faltas no han sido motivadas por causas poderosísimas, de otra manera no se justifican, ¿con qué razones les has de convencer de que sí eres un buen H∴?

Atentamente ve las caras. Verás rostros sonrientes, son los HH∴ que saben que sino hoy, quizás otro día hayas sido un buen H∴ y disculpan tu falta, por la alegría de verte nuevamente laborando como corresponde.

También mirarás a HH∴ que te ven con un cierto enojo fraternal, porque saben que tu error no sólo perjudica a tu Log∴ que esforzadamente sigue adelante a pesar de los obstáculos y a la cual no le prestas tu colaboración y no sólo a ella perjudicas, ¡NO!, perjudicas a la Mas∴ Universal.

Y, por último, verás a tu alrededor rostros indiferentes, no les importa que vengas o dejes de venir y estos son los HH∴ que deben preocuparte seriamente, pues has dejado de conquistar su afecto; son los nuevos HH∴ Que no te conocen y a quiénes el día de mañana se habrán de confiar los destinos de la Mas∴, y a los cuales puede que les importe poco tu dolor o tu pesar, ya que no has podido demostrarles que eres un buen H∴ de verdad y que sientes la Mas∴ como todo buen M∴ debe sentirla: Espiritual, Intelectual y Materialmente.

   VOLVER

Cuán hermoso y divino don se nos ha concedido al darnos la LUZ y ya ves cuan poco lo apreciamos. Preferimos pasar nuestro tiempo en pasatiempos insignificantes en vez de procurar perfeccionarnos aprendiendo cada vez más profundamente la Bellísima Filosofía de la Vida que nos enseña la Mas∴ y no sólo contentos con eso, tratamos de aniquilar a la Log∴ que nos ha dado acogida de forma tan benigna y protectoramente, y caemos en desmedidos errores e incurrimos en los más nefastos vicios como son la PEREZA, LA MALICIA, LA INJURIA, LA DEJADEZ Y EL PEOR DE TODOS, LA ESTUPIDEZ, que es el compendio de todos ellos y aún más.

¿Por qué cerrar los ojos a lo visible? ¿Por qué ser insensible a lo palpable? ¿Por qué desentendernos de lo que es perfectamente comprensible?

No H∴ en nuestra amada Log∴ no debemos tener simples PAGA-CUOTAS, no queremos ni debemos retener a miembros INVISIBLES, ¡PROFANOS CON MANDIL!

Tampoco debemos defender una ELITE de ausentes y que son MMas∴ sólo para ufanarse de ello sin contribuir con su eventual visita y al pago regular de sus capitaciones, sin darse cuenta que todos los QQ∴HH∴ por medio de la Tesorería están pagando regularmente sus cuotas por ti y que ello va en detrimento de los pocos recursos que disponemos y que bien podríamos utilizar en obras de Caridad y Beneficencia o en el propio mantenimiento de nuestro espacio.

Es tan poco el dedicar un par de horas para venir a laborar y dar luz UNA SOLA VEZ POR SEMANA como mínimo, que los HH∴ que asisten continuamente nos sentimos lastimados al ver tu falta de voluntad.

Necesitamos que nos ayudes a combatir las fuerzas negativas que nos rodean y que se van incrementando sin cesar ante la indiferencia de HH∴ que, como tú, dejaron de cumplir con su juramento. Los que seguimos en la lucha, nos sentimos con el corazón herido, tenemos mil muertes del alma y los sentimientos destrozados nos pesan más que el propio cuerpo.

Comprendo que somos muy pocos para tan inmensa labor y aun así, hay quienes voluntariamente se excluyen del esfuerzo, ya sea por temor, por conveniencia, o … en fin, por tantas causas injustificadas de las que juramos despojarnos solamente un día, ese día que todos los HH∴ vimos al llegar como neófitos ante el Ara.

Si ahí donde te encuentras en este momento entre CCol∴ Q∴ H∴, te pidiéramos con la verdad en el alma y la sinceridad en los ojos, nos dieras solución a este problema de la falta de asistencia y pago, a ti que has faltado continuamente y sin razón; ¿QUE NOS RESPONDERIAS?

Que borremos a los HH∴ reglamentariamente, ¿Qué dirijamos Convocatorias tras Convocatorias, plancha tras plancha eternamente y sin contestación? ¿Que visitemos a los HH∴ en su domicilio y les hagamos ver una gran falta que él ya conoce?

No HH∴, no es así como se resuelve tan grave problema. No es haciendo reproches, ni forzando voluntades la forma de salir avantes. No es dirigiendo frases más o menos duras, o alabanzas más o menos buenas.

Nosotros los MMas∴ no debemos desear más que honor y sabiduría y no es a golpes como se adquieren, ni bajo la influencia de ninguna clase, es como hemos de lograr asistencia y responsabilidad.

¿Sabes cómo?, Sí, todos lo sabemos, es cumpliendo con nuestro deber, sin coacción de ninguna especie, sin dirección de nadie, ni de nada, sino con la convicción adquirida particularmente. Por nuestro propio convencimiento de que cumplir es lo mejor y más hermoso. ¿Habéis visitado algún laboratorio? Si es así, entenderás la comparación que voy a hacerte.

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Si no, sabedlo ahora: toda fórmula química tiene innumerables períodos de transición más o menos largos, desde que se inicia hasta que termina el proceso químico; desde que se unen las materias iniciales, hasta que se llega a obtener la síntesis o producto, se va elaborando paulatinamente y con el devenir del tiempo y la sabia dirección del que gobierna la gestación, se obtiene el fruto deseado. El elemento.

Más eso no es todo. Siguiendo con la comparación, vemos que al tomar uno, dos o más elementos, digamos simples, se obtiene el compuesto anhelado, pero siempre quedan residuos, sedimentos, lo que se llama la basura de aquellas sustancias que ahora forman un compuesto deseable, manufacturado por el químico, que es su creador.

En nuestro caso, el Químico es el G∴A∴D∴U∴ a la gloria del cual, nos estamos perfeccionando continuamente y los elementos simples o compuestos del que te hable, somos nosotros, el material humano, que a su vez nos componemos de infinitas partículas, sentimentales, instintivas e intelectuales.

Los profanos digamos que son elementos desperdiciados sin someterlos a prueba. Algunos hay con mucho de bueno, otros con algo aprovechable y finalmente los que en definitiva pueden ser desechados por inservibles.

Al hacer la sublimación de los elementos primordiales, vemos que, en el crisol formidable de la Log∴, que es el laboratorio, queda material puro y brillante, sin tacha y sin mancha, pero también vemos con dolor, que de otros materiales no queda más que humo y ceniza.

¿Y…vos que sois ¿Un profano que fue purificado en Logia y que ahora es aprovechado como material puro y brillante o Un profano que a pesar de haber pasado por los más rigurosos procesos de purificación se convirtió en humo y cenizas?

No desmayéis, concurramos siempre a buscar la ciencia y la virtud, hacer un esfuerzo sobrehumano y concurrir lo más frecuentemente posible, que por fin veremos cuán bello es ser un Mas∴ Perfecto. Ya veis Q∴H∴, no es mucho lo que deseamos para estar contentos y satisfechos.

Tu recompensa será verte convertido en un ciudadano útil, un padre responsable y cariñoso, un esposo amoroso y fiel, un hijo agradecido, un hombre justo y bondadoso, un hermano fraterno comprometido con su madre logia y sus hermanos, dispuesto a luchar contra las fuerzas del oscurantismo y vencer las pasiones…Si nada de esto deseáis… da media vuelta y ¡Márchate!! . . . Este es un recinto a la virtud y solo aceptamos a hombres de honor, responsables y virtuosos.

Nosotros, tus hermanos, seguiremos trabajando y combatiendo la maldad humana, como lo hemos hecho desde el principio de los tiempos para la Gloria del Gran Arquitecto del Universo y la felicidad de nuestros semejantes. Sed bienvenido hermano ocupad una plaza si te consideráis digno de ella.

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AUSENCIA EN LOGIA

Este fenómeno no es privativo de ninguna logia, nos afecta a todos en general, la falta de asistencia es un grave problema que atenta contra todos los principios masónicos conocidos, pues ante la indiferencia y la apatía de muchos hermanos que dejan de cumplir con su presencia en las tenidas o el pago oportuno de sus capitaciones, ha llegado a poner en riesgo la existencia de algunas logias o ha sido el motivo del abatimiento de columnas en otras.

En la antigüedad ningún maestro ni hermano podía perdonársele de atender las reuniones de su logia, sin incurrir en la más grave falta y recibir un castigo severo, a menos que el venerable o los vigilantes tuvieran la plena convicción que fueron motivos de verdadera urgencia y necesidad los que impidieron asistir a los trabajos. Hoy, existen aprendices, compañeros y aun maestros que sin motivo aparente no acuden al llamado de su taller, siendo aún más grave que dignatarios y oficiales no cumplan con la responsabilidad que le confiaron sus hermanos.

En todas las logias podemos identificar a tres tipos de hermanos respecto a su inasistencia.

1.    Los que asisten irregularmente a las tenidas, pero que sin falta están en todas las celebraciones, a quienes podríamos llamar hermanos ocasionales.

2.    Los que dejan de asistir largos periodos de tiempo, pero que por una mal interpretada tolerancia no son borrados del cuadro porque en algún tiempo aportaron mucha luz a su logia y se tiene la esperanza de que retome el camino. A ellos, los identificarlos como hermanos temporales.

3.    Y finalmente aquellos iniciados que sin importar su grado no asisten a las tenidas, con quienes solo tenemos contacto en el mundo profano, pero si cumplen con sus capitaciones y cooperaciones, por lo que se les tolera para mantener la membresía y su aportación económica. A quienes llamaríamos medios hermanos.

 

¿PERO QUE PROVOCA LA INASISTENCIA EN LOGIA?

¿Por qué se pierde ese interés de continuar por el sendero de la luz?

¿Qué nos motiva a olvidar el juramento que hicimos bajo nuestra palabra de honor, de acudir puntualmente a las tenidas y al llamado que nos haga nuestra madre logia?

Es cierto que hay algunas ausencias justificadas, como los cambios de residencia, la incompatibilidad del horario de las tenidas con el de nuestra actividad profana, o enfermedades propias y de familiares. Existen también casos en el que los hermanos son presionados por la ignorancia y los prejuicios de su familia, para no acudir a esas “Misteriosas reuniones de los masones”.

Sin embargo, no son estas ausencias las que generan el problema que provoca la falta de participación en las logias.

El estudio de los profanos propuestos es fundamental, podríamos estar iniciando a personas que lo único que desean es obtener prebendas y servirse de los hermanos para beneficiarse personalmente. Una vez iniciados, el padrino debe velar para que el ahijado cumpla con su deber, guiarlo e instruirlo en el uso de sus herramientas para que no se inutilicen los materiales.

»   Analicemos algunos motivos que pueden ser la causa de la inasistencia en Logia.

»   Es muy importante que al interior de los talleres no se filtren asuntos políticos o sindicales pues la francmasonería no se hace solidaria de ninguna tendencia política o social, recordemos que su misión es la de estudiar desinteresadamente todos los problemas que conciernen a la humanidad para hacer su vida más fraternal, la masonería es un movimiento de espíritu, dentro del cual tienen cabida todas las tendencias y convicciones favorables para el mejoramiento moral y fraternal del género humano, no nos concierne la actitud que asuma un partido político o un personaje de la política nacional o local, hay hermanos que pueden no estar de acuerdo con nuestro puntos de vista y ese puede ser un motivo de ausencia en logia.

»   Debemos estar pendientes cuando un hermano necesite nuestro apoyo, pues los masones nos debemos mutuo auxilio y donde haya un masón afligido, deben estar todos sus hermanos para consolarlo y socorrerle, nuestra indiferencia propiciaría la decepción del hermano necesitado y sería otro motivo de ausencia.

»   No debemos introducir nunca a nuestro templo los disgustos pueriles y rencillas particulares del mundo profano y poner especial cuidado de no traspasar los límites del respeto, nuestro trato debe ser con moderación y cariño, sin causar ofensa a ningún hermano, pues con actos semejantes interrumpiríamos la armonía que debemos conservar motivando las ausencias.

»   Debemos brindar instrucción en todo momento a nuestros hermanos, y despertarles el espíritu de inquietud que existe en todo hombre, el de investigar para comprender la causa suprema de todas las cosas, si su deseo de conocimiento y de estudio no es guiado oportunamente, perderá todo interés de seguir investigando o alcanzando progresos en masonería.

»   Es necesario también motivar la participación en logia, iniciando las tenidas con puntualidad no prolongando ni haciendo demasiado tediosos los trabajos, resolver los asuntos en las cámaras correspondientes, procurando en todo momento resaltar la fraternidad. La organización de eventos como las Interlogiales que hoy celebramos, las visitas programadas a logias hermanas causan efectos motivacionales que alientan la participación de los hermanos.

Nada de esto es nuevo, si ponemos especial cuidado en cumplir con los preceptos escritos en nuestros Landmarks, liturgia y constitución, si cumplimos con nuestros juramentos que constantemente renovamos, Nunca nos recibirán en logia como al Hermano Humberto, protagonista de este Trazado de Arquitectura. Jamás seremos hermanos ocasionales, temporales o medios hermanos. Si la fraternidad nos hace virtuosos, brindémosle fraternidad a nuestra logia acudiendo puntualmente a sus trabajos.

Las fuerzas del oscurantismo nos acechan en casa. . .

¡¡¡Cerremos filas Hermanos!!! . . .

Un enemigo fuerte tenemos que vencer…

LA AUSENCIA EN LOGIA